Y aquí estamos
Y aquí estamos, al final del año, al paso de este ciclo. Un recodo en el río y este recodo subiendo.
- Para algun@s, fue un año de celebraciones.
- Para algun@s, fue un año de luchas.
- Para much@s, era inusual, de una forma u otra.
Sea lo que sea para ti, sin importar cómo mires hacia atrás en 2022, que estés inundad@ de amor, compasión y ternura.
Que encuentres una nueva esperanza, mientras pasamos por este recodo.
A medida que se acerque a este punto del ciclo, puede ser útil hacerlo con amorosa autocompasión, con amabilidad y dulzura. Con ganas de dejar ir este año y entrar con curiosidad en las aventuras y exploraciones que están por venir.
La marcación de este ciclo, de un año que se cierra y otro que se abre, nos da la oportunidad de hacer una pausa y mirar. Mirar nuestras vidas, mirar hacia atrás y ver a dónde hemos llegado. Para mirar el presente y evaluar dónde estamos, en comparación con dónde nos gustaría estar. Mirar hacia adelante y decidir, deliberada y explícitamente, hacia dónde nos gustaría ir.
Con esta vista, podemos hacer ajustes, correcciones de curso en el flujo de nuestras vidas, ajustes que nos ayudan a alinearnos con nuestra mejor visión de nosotr@s mism@s.
Parte de esto es un abandono consciente, un cambio de página. Un dejar atrás, lo que estaba detrás del recodo. Soltar lo que es pesado y parece que nos pesa. Desatar las anclas de nuestra mente-alma.
Se gentil y amable contig@ mism@ al hacerlo:
1, Mirar hacia atrás, revisar, volver a ver.
Búscate un tiempo para ti (¿cuánto tiempo para ti mism@ te atreves a darte?). Mira el año que acaba de ser. Revísalo. Comienza en enero y deslízate sin esfuerzo hacia adelante, mes a mes. A medida que te vengan a la mente momentos y situaciones, déjalos entrar y déjalos fluir. Trata de verlos, y no juzgarlos o detenerte en ellos. Míralos como hojas flotando en un río, llevados por las aguas de tu año, de tu vida. Toma nota cuando algo que te venga a la mente tenga alguna carga emocional, lo que cause un retraso en tu flujo, bloqueos en tu vida. Míralos con amorosa aceptación. No puedes cambiar el evento, pero puede cambiar la forma en que lo ves. Deja ir los arrepentimientos, los “qué pasaría si” o los juicios.
- Perdona posibles heridas.
A medida que los momentos pasan flotando en la revisión de tu mente, puedes notar algunos que parecen haberte lastimado, o tal vez incluso personas a las que crees haber lastimado. Estos juicios no solo pueden causar arrastre en el agua, sino que también pueden arrastrarnos con ello. En lugar de enfocarte en la situación y sus detalles, concéntrete en la persona. Perdona a la persona, para que puedas levantarte y seguir caminando. Y recuerda perdonarte a ti mismo también. Muy a menudo, nosotr@s mism@s somos los que nos sentimos más herid@s. Perdonar puede ser un acto duro que requiere cuidado y repetición. Y, nos permite liberar la energía que de otro modo arrastra hacia abajo, para permitirnos tener más energía para nuestra vida, para seguir adelante. El perdón puede liberarnos para disfrutar más plenamente de lo que está a la vuelta de la esquina.
- Soltar lo que nos arrastra hacia atrás.
Muy a menudo nuestras vidas se han visto superadas por hábitos, acciones, creencias y percepciones que ya no nos sirven. Nuevos miedos, nuevas dudas, nuevas formas de hacer las cosas que pueden estar limitando a nuestro yo más grande. Fíjate en estas creencias, percepciones, hábitos, acciones y actitudes que no te sirven. ¿Qué no está realmente en línea con lo que eres? ¿Qué es lo que realmente no te ayuda a lograr lo que más valoras en la vida? ¿Qué ha sido lo que ya no sostiene tu crecimiento? Decide, consciente, deliberadamente, explícitamente, dejarlos ir. Recuérdete que esos hábitos, creencias y acciones fueron brillantes para apoyarte donde estabas en tu viaje, en ese momento. Y, que hacia donde te diriges no es hacia dónde estabas, entonces esas formas de ser no tienen que ser arrastradas contigo.
- Gratitud radical.
Ahora que tu energía está más libre, de aquellas cosas que causaron arrastre en tu flujo, de aquellas cosas que pueden haberte arrastrado hacia abajo y hacia atrás, de esas cosas que arrastrabas contigo que ya no necesitabas, ahora ponte esa energía hacia lo que te puedo gustar del año pasado. ¿Qué lograste (incluso las cosas pequeñas)? ¿Qué superaste (incluso parcialmente)? ¿Cómo fuiste creativo? ¿Cómo fue tu apoyo? ¿Cuándo estabas amando? (¡Y para ti también!) ¿Qué recibiste? ¿Que tenías? ¿Cuáles fueron los puntos brillantes en el flujo de tu vida? ¿Dónde brillaba el sol, aunque fuera un poco brillante? Siéntete agradecid@. Deja que esa gratitud te supere, te desborde. Respira dentro. Respira. Deja que tu respiración suavice tu cuerpo. Deja que tu inhalación traiga gratitud y amor y deja que crezca esa forma amorosa de ser. Deja que tu exhalación libere tensiones y formas de ser que ya no quieres.
Liberar, rellenar, y recargar.
- Establece intenciones.
Rebosantes de gratitud y amor propio, deja que eso te guíe hacia las intenciones que tienes para el próximo año. Siéntate en silencio y deja que estas preguntas te inunden: “¿Cuál es mi mayor propósito? ¿Cuál es mi mayor deseo para este próximo año?” Muévete más allá de la pesadez del ego y escucha los susurros de tu yo superior. ¿Qué es lo que realmente anhelas? ¿Hacia dónde te gustaría que se dirigiera el río de tu vida? ¿Qué apoyaría tu viaje? ¿Cuáles serían las formas importantes de apoyar al mundo que te rodea? Siéntate con él y luego suéltalo para que fluya hacia el campo.
- Se práctico.
Hay tantas cosas que suceden en esta época del año. Tantas personas, lugares, cosas. Practicar el amor propio puede ser lo mejor que podemos hacer. Descansa regularmente (incluso si solo se trata de sentarse en silencio), haz ejercicio regularmente (incluso si solo se trata de caminar con un ser querido) y alimentos nutritivos regulares.
Practica escuchar a tu cuerpo y actuar cuando te pide que hagas algo (descansar, moverte o comer bien). Recuerda crear hábitos saludables y ser diligente con ellos. Es a través del cambio continuo, aplicado repetidamente en el tiempo, que logramos el progreso.
Esto incluye tu atención quiropráctica contínua. Continúa con tus visitas tanto como puedas. Y, recuerda, cuando comience el nuevo año, volver a tus rituales y hábitos saludables: cómo descansas, te mueves y comes, tus prácticas de un estado saludable. Y tu atención quiropráctica. Asegúrate de reservar tu visita para volver y vernos en el nuevo año.
- Vive conscientemente.
Ámate a ti mism@, de verdad, mientras viajas hacia adelante, a través de este tiempo y alrededor de esta curva, hacia el nuevo año. Vive tu vida conscientemente. Practica el amor propio radical que disuelve cada vez más miedos. Sé generos@ – contig@ mism@ y con los demás – con tus pensamientos, tus palabras y tus acciones. Sé compasiv@ – contigo mismo y con los demás – con curiosidad, interés y comprensión. Sé un@ amig@ – contig@ mism@ y con los demás – y sé amable.
- ¡Diviértete como un@ niñ@!
El universo está jugando. Nuestra conciencia está en juego. Recuerda no tomarlo en serio. El río de nuestra vida también puede ser divertido. Caminar hacia adelante, ligeramente. Haz algo, solo por diversión. Modela la diversión y la ligereza para tí y para los demás.
Mira el recodo del río, este recodo que sube.
Fluye hacia adelante con una nueva esperanza encontrada. Flota hacia adelante con ligereza y diversión.
Permite que tu gratitud y tu amor te lleven.
Entra con curiosidad en las aventuras y exploraciones que van a ser, en la extensión siempre creciente.
Y, mientras lo haces, que sientas el amor generoso que eres, que sientas nueva esperanza y entusiasmo, mientras fluyes más allá de este punto.
Siempre adelante, siempre expandiéndote.
Espera la maravillosa magia de la vida, mientras descubres lo que hay allí, en 2023.
Estamos aquí para ti y para tus aventuras en curso.
Nimrod Mueller
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