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Porque los bebés deben ajustarse?

Desde el momento de la concepción, el crecimiento y desarrollo de un bebé es uno de los procesos más increíbles de la vida. Un bebé crece a partir de dos pequeñas células que se desarrollan a un ritmo vertiginoso durante los nueve meses previos al parto.
A través de las diferentes etapas del parto, esta nueva vida llega al mundo y empieza a respirar y a funcionar por sí sola. Dependiendo aún mucho de sus padres para recibir nutrientes, cuidado y sobrevivir, los bebés se embarcan en un rápido período de crecimiento a medida que sus cuerpos se desarrollan y pasan de ser capaces de sostener su cabeza a andar por si solos.
El primer órgano cuyo desarrollo se observa en el útero es el sistema nervioso del bebé (que incluye el cerebro, los ojos, la médula espinal y los nervios). Visible alrededor de las tres semanas, este sistema vital dirige la diferenciación y crecimiento del resto del cuerpo del bebé.
Ocho semanas después de la concepción, el corazón del bebé está latiendo, la mayoría de sus sistemas de órganos más importantes ya están funcionando y se han formado sus extremidades. A partir de aquí el bebé sigue creciendo, ganando peso, refinando sus funciones corporales y desarrollando sus características más delicadas. Justo antes del parto, el bebé empieza a asentarse en la pelvis preparándose para el mismo.
La columna vertebral y músculos de un bebé están desarrollados sólo parcialmente al nacer, y aún no es capaz de sostenerse solo en una posición erguida.
Los bebés recién nacidos tienen una columna vertebral que básicamente tiene forma de “C”. A medida que empiezan a levantar la cabeza, se desarrolla en su cuello una curvatura y es su zona lumbar la que se define cuándo empiezan a gatear.
Durante los primeros meses de vida del bebé se desarrollan sus músculos y ganan fuerza y coordinación. A los tres meses la mayoría pueden levantar la cabeza mientras están tumbados boca abajo. A los seis meses más o menos, generalmente pueden girar sobre su estómago y quedarse de espaldas, y a los nueve meses pueden sentarse sin ayuda. Entonces, los bebés empiezan a gatear, y al año la mayoría puede ponerse de pie. A medida que se van desarrollando su columna vertebral, músculos y confianza empiezan a caminar.
  • Haz que un quiropráctico revise la columna vertebral de tu bebé lo antes posible después del parto. Llévalo a ajustarse regularmente, especialmente después de cualquier tipo de estrés significativo o caída importante, así como durante las etapas de transición, como cuando empiezan a sentarse, gatear y caminar.
  • El amamantamiento es la mejor forma de darle a tu bebé todos los nutrientes que necesita para el desarrollo, y tiene beneficios emocionales significativos. La leche materna contiene grasas y azúcares esenciales, posee un alto contenido acuoso, es fácil de digerir e importante para la inmunidad de tu bebé.
  • Los estudios han demostrado que un vínculo parental estrecho durante la temprana infancia pueden ser de ayuda en el desarrollo psicológico e incluso intelectual del niño  Sé afectuoso con tu bebé, responde rápidamente al llanto y hazle muestras de amor y cariño.
  • Recuerda que todos los niños crecen y se desarrollan de forma única. Aunque es natural que tengas curiosidad por comparar a tu bebé con otros, evita el ímpetu de competitividad.
  • Obtén el apoyo que necesitas. Criar a un niño puede resultar desafiante, así como increíblemente gratificante. Solicita la ayuda de amigos, familia y profesionales de salud con experiencia.

“Un bebé recién nacido es como el principio de todas las cosas: una sorpresa, una esperanza, un sueño lleno de posibilidades”. Eda Le Shan

Además de ir a un quiropráctico para que revise a tu bebé de forma habitual, hay muchas otras cosas que puedes hacer para minimizar el estrés en su columna vertebral:

  • Sostén siempre la cabeza y el cuello de tu bebé cuando lo cojas. Ten cuidado con que la cabeza no “quede descolgada”, ya que ello podría dañar las articulaciones y tejidos de su columna vertebral y sistema nervioso. Nunca zarandees a tu bebé.
  • Hasta que los bebés puedan sostener la cabeza erguida con fuerza y coordinación, es mejor que se queden tumbados y que los transportes en brazos, en un porta bebés que lo apoye correctamente, silla grupo 0/0+ o un cochecito.
  • Sentar al bebé erguido demasiado pronto ejerce un estrés considerable sobre su cuello y zona lumbar. Los porta bebés estilo mochila deberían utilizarse sólo una vez que el bebé tenga un control suficientemente fuerte de cabeza y cuello.
  • Los porta bebés adaptables ofrecen apoyo a la curva en “C” de la columna vertebral y los mantiene en conexión contigo. Asegúrate de que el bebé esté colocado