Los Beneficios Perdidos
Recuerdo cuando era niño y pasaba mis años con mi familia extendida en el pueblo. Era un escenario completamente diferente al ritmo agitado de la vida urbana en la que vivimos ahora. En nuestro pequeño pueblo, todos éramos parte de una gran familia, donde primos, tías, tíos y abuelos estaban siempre cerca, listos para brindar apoyo y cuidado.
Los días estaban llenos de risas y juegos, pero también de lecciones valiosas que no se aprenden en ningún otro lugar. Crecer en este entorno me enseñó la importancia de la comunidad y el poder del cuidado colectivo.
Ahora, mientras reflexiono sobre esos momentos, me doy cuenta de los beneficios perdidos de los entornos tribales en la crianza de los niños. Aquí hay algunas cosas que echo de menos:
Imagínate crecer rodeado de una familia extendida que te aman y te cuidan, donde todos se preocupan por ti como si fueras su propio hijo. Esa red de apoyo comunitario es invaluable, y es algo que muchos de nosotros hemos perdido en nuestra vida moderna y aislada.
Recuerdo las historias que mi abuela solía contarnos sobre nuestras tradiciones familiares y culturales. Esas historias no solo nos conectaban con nuestro pasado, sino que también nos ayudaban a entender quiénes éramos y de dónde veníamos.
Y luego está el modelado de roles y empoderamiento. Ver a todos en la comunidad asumiendo diferentes responsabilidades y liderando con fuerza y determinación me enseñó mucho sobre lo que significa ser fuerte, resiliente, y una parte significativa en tu comunidad.
Pero quizás lo más importante de todo era el sentido de pertenencia y conexión que sentía cada vez que estaba con mi familia extendida. Saber que pertenecía a algo más grande que yo mismo me dio una sensación de seguridad y estabilidad que todavía echo de menos hasta el día de hoy.
Y, no solo conectado con los seres humanos, como también conectado con todo alrededor: los animales, la naturaleza, la tierra, el clima. Sentirme profundamente parte de una gran comunidad conectada de todos.
Me pregunto cómo todos podríamos beneficiarnos al incorporar más los elementos de vida comunitaria y apoyo familiar extendido en nuestras vidas modernas. Al criar a nuestros hijos en comunidad, no solo les brindamos una red de seguridad y apoyo, sino que también fortalecemos el tejido de nuestra sociedad en su conjunto.
Así que tal vez sea hora de volver a crear más nuestras comunidades alrededor y redescubrir la belleza y la resistencia de todo el entorno.
Porque al final del día, todos necesitamos un poco de cuidado y apoyo colectivo para florecer y prosperar en la vida.
Pura Vida Badalona
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