La importancia de conocer tu sistema de valores
Durante cada primera visita, invitamos a nuestros pacientes a comunicarnos al menos 5 de sus objetivos de vida, a corto o largo plazo. Por lo general, las personas que vienen a vernos necesitan ayuda inmediata a nivel físico, con dolores de todo tipo. Así, sus principales objetivos están más bien orientados a la reducción del dolor y al aumento de la movilidad. Pero profundizando un poco, nos damos cuenta que estas personas han vivido durante años con estos mismos dolores sin tratar de cuidarlos. Al cuestionar más, nos damos cuenta de que algo más profundo los empuja a consultarnos. Estos dolores ahora impactan aspectos de sus vidas que son sus prioridades, sus valores profundos: ya no pueden jugar con sus nietos, hacer deporte, viajar, salir con amigos, ni siquiera trabajar.
Es por esto que la primera fase del plan de cuidado se orienta principalmente hacia el aspecto físico (movilidad, estabilidad, flexibilidad, reducción de síntomas). Entonces ajustaremos intensamente en términos de frecuencia de visitas, todas las subluxaciones de nuestros pacientes (interferencia en la comunicación entre el sistema nervioso – que controla y coordina todos los sistemas del cuerpo: músculos, órganos, glándulas…- y el cuerpo).
Cuando indagamos con interés en ellos, logramos que los pacientes compartan con nosotros objetivos relacionados con las diferentes funciones del cuerpo, como tener una mejor digestión, un mejor sueño, un mejor sistema inmunológico, una mejor respiración, ciclos menstruales menos dolorosos y más regulares, así como una mejor fertilidad, por ejemplo. Cuando los problemas de salud incapacitantes de nuestros pacientes mejoran, y ahora podemos enfocarnos en el nivel de función, pasamos a la segunda fase del cuidado, donde estamos interesados en mejorar los diversos sistemas de su cuerpo. Nuestros consejos pueden entonces estar más orientados a mejorar el estilo de vida (nutrición, sueño, movimiento, etc.).
El verdadero objetivo es el bienestar de nuestros pacientes. Y la salud emocional también forma parte de los objetivos de vida. Menos cambios de humor, menos depresión, menos irritabilidad, más ganas de salir y hacer cosas con amigos y familiares son cambios recurrentes para nuestros pacientes. Cuando te sientes bien con tu cuerpo, te sientes mejor en tu cabeza y viceversa. Nuestro objetivo final es que nuestros pacientes puedan vivir la vida de sus sueños, sin estar limitados. Nuestros consejos se centran entonces en reducir los pensamientos negativos, añadiendo ejercicios diarios de meditación y gratitud, por ejemplo.
Es importante para nosotros poder ayudar a nuestros pacientes a vivir plenamente la vida que sueñan. Establecer objetivos reales a veces es difícil, porque puede ser complejo vivir de acuerdo con los propios valores, y más aún saber identificarlos.
Se trata de lo que es realmente importante para ti, dónde gastas más dinero, tiempo, pensamientos y energía, qué te da energía y te hace feliz. Puede ser tu familia, tus pasiones (enseñar, viajar, hacer deporte, aprender…), tu trabajo, o cualquier cosa que sea importante para ti. Por ti, no por los demás. Es importante conocerlos, aceptarlos y respetarlos, porque viviendo una vida centrada en tus principales valores, puedes vivir una vida más serena, feliz, positiva y pacífica.
Cuando no vivimos según nuestros valores, tendemos a compararnos con los demás, y bajamos o subimos nuestra autoestima incluso juzgando a los demás (a quienes puedes juzgar como mejores o peores que tú en ciertas áreas). No es la naturaleza humana de juzgar. Tu intuición siempre está ahí para ayudarte a seguir tu propio camino, brindándole desafíos y preguntas, para traerte de vuelta a tu propio sistema de valores.
No importa cuánto intentas empoderar su vida, siempre te sentirás frustrado con tu falta de progreso y éxito percibida si desconoces tus propios valores y sigues tratando de vivir según los valores de otra persona.
No pases un día más bajo la ilusión de que estás fallando y no progresando hacia tus objetivos y sueños. No hay necesidad de juzgarte, porque lo mismo que estabas buscando siempre ha estado ahí, justo frente a ti, DENTRO.
Todos somos perfectamente perfectos e iguales. No somos mejores que unos ni peores que otros. Solo necesitamos realinear nuestros valores con nuestra vida. El trabajo del Dr. John Demartini puede ayudarte a identificar tu sistema de valores al estudiar siete áreas cruciales de tu vida: espiritual, mental, profesional, financiera, familiar, social y física.
¡No dudes en pedirnos más información sobre este tema!
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