El latigazo cervical es la herida debida a una híper extensión seguida inmediatamente por una
hiperflexión del cuello, cuyos resultados son daños de los músculos, ligamentos y tendones –
especialmente los que soportan la cabeza. Hoy, sabemos que los latigazos no resultan sólo de una hiperextensión o hiperflexión (extensión y flexión más que las barreras fisiológicas), sino de una extensión y flexión MUY RÁPIDAS que causan daños/heridas.
Debido a su naturaleza compleja y a su impacto profundo en la calidad de vida de la gente, el
tratamiento de los latigazos genera mucha controversia en la comunidad médica. No es como
en el caso de un hueso roto donde una simple radiografía puede validar la presencia de una fractura y definir el procedimiento a seguir; en el caso de un latigazo cervical, la combinación imprevisible de heridas del sistema nervioso, muscular o de los tejidos adjuntados rinde el diagnóstico difícil y su tratamiento más desafiante. Para ayudaros a entender la naturaleza de una herida por latigazo y como debería ser tratada, seguidamente encontraréis una explicación del mecanismo de dicha herida.
LAS 4 FASES DE LESIÓN POR LATIGAZO
Los latigazos cervicales no se limitan sólo a los accidentes de coche. Las montañas rusas, las
caídas con patinete, patines, o cualquier otro trauma que cree una hiperextensión o hiperflexión rápida puede causar tales heridas. Pero para simplificar, en la descripción siguiente de las 4 fases del latigazo, utilizaremos el ejemplo de un accidente de coche (un golpe por detrás). Durante una colisión de coche por detrás, el cuerpo está sometido a una aceleración y deceleración muy rápida e intensa. ¡De hecho, las 4 fases del latigazo ocurren en menos de medio segundo! En cada fase, la fuerza aplicada es diferente y el movimiento súbito y poderoso contribuye a daños de las vértebras, nervios, discos, músculos y ligamentos del cuello o del resto de la columna o del cuerpo.
FASE 1
Durante esta primera fase, el coche está empujado desde debajo, y la parte mediana de la columna (las dorsales) se aplastan sobre el respaldo del asiento. Eso resulta en una fuerza vertical y hacia arriba en las cervicales comprimiendo los discos y articulaciones. Al mismo tiempo que el respaldo del asiento acelera el torso hacia delante, la cabeza mueve hacia atrás
lo que crea una fuerza muy fuerte en el cuello. Si el reposacabezas está ajustado correctamente, entonces el movimiento de la cabeza hacia detrás está limitado. En el caso contrario, la mayoría del daño ocurre antes que la cabeza llegue al reposacabezas. Las investigaciones demuestran que el reposacabezas” reduce los riesgos de heridas en un sólo 11 a 20%.
FASE 2
Durante la fase 2, el torso ha llegado a su velocidad máxima – ¡1,5 a 2 veces la velocidad del coche! – pero la cabeza todavía no ha empezado a moverse hacia delante y sigue yendo hacia detrás. Una curvatura anormal en forma de S se desarrolla en las cervicales al mismo tiempo que el respaldo del asiento retrocede añadiendo a la aceleración por delante del torso. Desafortunadamente, es durante este retroceso del asiento opuesto al movimiento de la cabeza donde surgen los daños más severos. Muchas de las heridas (ya sea en los huesos, articulaciones, nervios, discos o articulación Temporomandibular) ocurren en esta fase.
FASE 3
En la tercera fase, el torso baja hacia el asiento y la cabeza y el cuello están en su máxima aceleración hacia delante. Y al mismo tiempo el coche va hacia abajo. Empujar el freno rápidamente aumenta la severidad de herida por flexión. Durante el movimiento del cuerpo hacia delante, el cuerpo irá lo más adelante posible hasta que le frene el cinturón.
FASE 4
Esta fase es seguramente cuando surgen los daños más importantes. Aquí, el torso está parado en su movimiento por el cinturón pero la cabeza está libre de seguir su trayectoria. La excesiva flexión del cuello provoca entonces estiramientos de los músculos y ligamentos, desgarrando las fibras de los discos intervertebrales. También las vértebras se mueven fuera de su sitio, la médula espinal y las raíces nerviosas se encuentran estiradas, pinzadas o irritadas (subluxaciones). Y el cerebro puede tocar el interior del cráneo provocando una herida del cerebro de leve a moderada. Si el cinturón no está puesto correctamente, uno puede tener una contusión al chocar con el volante o el cristal.
Hemos comentado en la introducción que los latigazos pueden manifestarse en una variedad de síntomas como dolor de cuello, dolor de cabeza/migrañas, fatiga, dolor de hombros o de lumbares y cambios del comportamientos. Si embargo, es imposible prever los síntomas con
antelación, ya que depende de muchos factores tales como la dirección del impacto, la velocidad del vehículo, el sexo, edad y condición física de la persona. Además, los síntomas suelen surgir más tarde – muchas veces semanas o meses después del accidente. Siguiente, encontraréis las condiciones más comunes observadas.
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