¿Más que solo mis 5 sentidos?
Algunos conceptos han existido durante tanto tiempo que es difícil saber de dónde provienen. La mayoría de las personas reconocen los cinco sentidos de la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato porque son tangibles. En neurología, se agrupan como los sentidos “lejanos”, que son la forma en que percibimos el mundo exterior.
En quiropráctica, es fundamental saber cómo percibimos el mundo para poder responder a él de la mejor manera posible. Por eso, además de esos 5 sentidos de percepción lejana, también dedicamos mucho tiempo a hablar de los sentidos “cercanos”. Estos son otros tres sentidos que son absolutamente vitales para la salud y la adaptabilidad en la vida:
-El sentido vestibular, que nos mantiene en equilibrio y erguidos.
-La propiocepción, que nos permite saber dónde están las partes de nuestro cuerpo en un momento dado.
-Y la interocepción, que nos dice cuándo tenemos el estómago vacío y la vejiga llena.
Estos sentidos “cercanos” le dan al cerebro información vital sobre nuestro mundo interior y lo que está sucediendo, para que el cerebro pueda responder en consecuencia.
Sabemos que la quiropráctica ayuda al cuerpo a organizarse mejor. Por eso, es muy común ver cambios mensurables tanto en los sentidos “lejanos” como en los “cercanos”, como un mejor equilibrio, una mejor coordinación, menos torpeza, una mejor atención a nuestro cuerpo y sus necesidades.
Y no solo vemos esto en adultos, sino también enormes cambios en estos sentidos en los niños.
Sabemos que con la quiropráctica podemos proporcionar un camino real para mejorar tu sentido de sí mismo, tus sensaciones de vida y realmente impactar en tu calidad de vida.
Tu respuesta al estrés.
Una respuesta descubierta recientemente cambia la forma en que vemos que los humanos responden al estrés. Estamos hablando de la teoría polivagal, una teoría desarrollada por el Dr. Stephen Porges, que muestra que hay un aspecto del sistema nervioso que va más allá de luchar, huir o quedarse paralizado cuando se enfrenta a un factor estresante. A diferencia de la respuesta simpática de “lucha o huida” y la respuesta parasimpática de “congelamiento”, el nervio vago social responde al estrés comprobando cómo están las personas que nos rodean, dando, recibiendo y pidiendo ayuda. El nervio vago, que es un término latino que significa “vagabundo”, se llama así porque el nervio se ramifica en muchas partes del cuerpo, vagando de aquí para allá por gran parte del cuerpo. Este nervio unifica las evaluaciones de amenazas y los desencadenantes del cuerpo, incluidos los sociales, simpáticos y parasimpáticos.
En nuestra consulta, medimos la adaptabilidad, flexibilidad y resiliencia del nervio vago utilizando la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), un predictor clave de la salud futura.
Neurocepción y tu intuición
Los cerebros humanos han desarrollado algo notable: un sentido llamado neurocepción. Esta es la capacidad de evaluar la seguridad de un entorno, para saber la forma más adecuada de responder a situaciones estresantes. En el cerebro humano hay una parte especializada, escondida detrás de la frente, en la corteza prefrontal, que nos permite reconocer cuándo es seguro actuar en un entorno social, interactuar socialmente y cuándo no lo es.
El propósito de la neurocepción es analizar adecuadamente el entorno para mantenerte en el camino que te ha destinado al bienestar y alertarte si te estás desviando del camino, si estás en peligro.
La neurocepción puede ser parte de lo que forma nuestra intuición. Se relaciona con la mayor capacidad de los humanos para evaluar el mundo exterior al cuerpo, lo que nos ayuda a dirigir una respuesta evolucionada. Para las mujeres embarazadas, tiene mucho sentido que el cerebro agudice esta evaluación de amenazas y seguridad poco después de la concepción. Algunas mujeres saben el momento en que están embarazadas porque los olores se vuelven intensos o la comida tiene un sabor extraño. Eligen una doula o un proveedor de parto en función de las vibraciones que esa persona emite. ¡Esto es la intuición en acción!
Los estudios científicos demuestran que, además de mejorar los índices de variabilidad de la frecuencia cardíaca y la función sensorial de “cerca” y “lejos”, como el equilibrio vestibular y la coordinación, la quiropráctica también mejora la capacidad del cuerpo para comunicarse con la corteza prefrontal del cerebro. Esto tiene sentido, en particular porque el cerebelo (una sección cerca de la parte posterior del cerebro responsable del equilibrio, la coordinación y la regulación de las emociones) recibe más información de la médula espinal y luego la transmite a la corteza.
La corteza prefrontal afecta a una serie de aspectos importantes que me interesan mucho como quiropráctico. Sabemos que una corteza prefrontal sana y feliz relaja la tendencia de nuestro cuerpo a entrar en un estado de estrés, de vigilancia y protección. La corteza prefrontal suprime el sistema de transmisión de emergencia innato de nuestro cuerpo.
Por lo tanto, tiene sentido que si la quiropráctica ayuda a la corteza prefrontal, el área que amortigua el sistema de emergencia de su cuerpo, entonces la atención quiropráctica lo ayude a salir de un estado de estrés, defensivo, alerta y protector. Y, asi, te ayuda disfrutar una vida más plena.
Hemos encontrado formas ingeniosas de medir la actividad del sistema nervioso para ver si mejora. Sin duda, incluso en el caso de las mujeres embarazadas y los niños a nuestro cargo, lo hace.
¿Lo habrían hecho tus antepasados?
¡El cuerpo es extraordinario! Tiene una serie de señales que le indican cuándo algo no va bien.
Como todo, necesita ser revisado y calibrado para asegurarse de que funciona sin problemas. Eso es lo que hacemos. El sistema nervioso se beneficia de alguien que sepa una cosa o dos sobre su funcionamiento óptimo, para asegurar que las alarmas y señales del cuerpo no sean ignoradas, lo que conduce a problemas mucho mayores.
Esas alarmas y señales, esas pequeñas voces de sabiduría intuitiva que se han desarrollado durante milenios, a lo largo de la historia ancestral de la humanidad, han evolucionado para mantener a todos y cada uno de sus predecesores seguros y prósperos. Nuestros antepasados fueron capaces de escucharlas y responder a ellas, lo que hizo posible que usted esté aquí hoy.
Hoy en día, sin embargo, la vida es mucho más complicada y mucho más estresante. Tenemos cientos de correos electrónicos, más cientos de notificaciones de Facebook, historias que provocan miedo en todos los medios, con ciclos de noticias sin parar, viajes diarios interminables, tráfico y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, y BPA, y estar sentados (lo peor que podemos hacer por nuestra columna vertebral) y actividades extracurriculares y de fin de semana incesantes de los niños, y, y, y… todo ahogando nuestra capacidad de afrontar la situación, nuestra resiliencia. Todo ahogando nuestra intuición.
Un camino a seguir
El Dr. Porges ha dicho:
“Nuestro primer trabajo es reclutar al sistema nervioso como colaborador. Luego, el trabajo puede hacerse”.
Como quiroprácticos, trabajamos como colaboradores para mejorar su capacidad de sentirse seguro y luego abrirse cada vez más a la vida.
Estamos aquí para ayudarte a salir del estrés y entrar en calma y tranquilidad. Para recuperar una vida más normal, una vida activa. Para recuperar tu calidad de vida.
De esta manera, puedes afinar tu sentido de la intuición, tu respuesta a la vida y tu capacidad para vivir la vida al máximo.
Nos encanta ayudar a todas y cada una de las personas a ver la vida de una manera más amplia. Nos encanta alentar a cada uno de vosotros a ver las mayores posibilidades en tu vida y en tus opciones para tu salud. A menudo somos los primeros proveedores de cuidado de salud que vos decimos a los futuros padres que tienen muchas opciones por delante por el cuidado del embarazo, el parto y el bienestar familiar. Los miembros de nuestra práctica confían en nosotros porque estamos aquí para defender a todos y cada uno de ustedes y sus elecciones individuales. Siempre estamos aquí para apoyarte, acompañarte y colaborar contigo.
Para mí, la quiropráctica es la solución para muchísimos de los desafíos del entorno bienestar actual. Por supuesto, la quiropráctica es buena para aliviar el dolor de espalda. Y es muy importante que más familias y mujeres embarazadas comprendan que estamos aquí, asumiendo la responsabilidad de aprender a servirte de maneras muy reales, importantes, mensurables y significativas – para ti.
Estamos aquí para apoyarte a ti, y a toda tu familia, para que sean lo mejor que puedan ser a lo largo de tu vida.
Para mí, ya es hora de que nuestra comunidad conozca su potencial y que los quiroprácticos estén ahí, esperando que seas cada vez mejor en tu viaje compartido hacia el bienestar.
Un abrazo con amor,
Nimrod